viernes, 16 de abril de 2010

Riesgos estratégicos

Publicado el 16 de abril en la edicion impresa del diario Estrategia.

La crisis que vive la empresa automotriz Toyota, es foco de atención del mundo empresarial estos días, multinacional considerada hasta hace poco como un paradigma de gestión moderna. Fue sólo hace unos meses atrás que Toyota se posicionaba como la empresa número uno de automóviles en el mundo. No sólo vendía más vehículos que sus competidores, sino era la más respetada en el mercado.

Los problemas comenzaron el año pasado, cuando luego de denuncias y accidentes que costaron la vida a decenas de personas, se identificaron dificultades relacionadas con la aceleración involuntaria de algunos modelos. Se estima que esta crisis podría costar a la empresa $US 2 billones en gastos y pérdidas de ventas, sin tener en cuenta el costo de las demandas que podría enfrentar.

Quizás lo más paradójico de este episodio, son las debilidades que evidencio lo que se consideraba su mayor ventaja competitiva. Las fábricas de Toyota eran reconocidas por la aplicación de rigurosos estándares de calidad. No obstante, la compañía se expandió rápidamente durante la última década, su capacidad de producción casi se duplicó desde el 2000, impactando en sus procesos de calidad, lo que ha sido reconocido por su propio presidente.

La gestión de riesgos desde una perspectiva integral, supone balancear riesgos con retribuciones, simulando las consecuencias (positivas y negativas) de las decisiones estratégicas. Sin poder eliminar totalmente la incertidumbre (no habría recompensa), la gestión de riesgos puede cumplir un rol importante en la definición de estrategias de expansión. La conformación de equipos de riesgo multidisciplinarios, que identifiquen riesgos asociados al marketing, legales, operacionales, tecnológicos y reputacionales de nuevas ideas, permite integrar esta dimensión en el proceso de toma de decisión de la empresa. A la luz de los hechos, la decisión de un rápido crecimiento, postergando su mayor elemento diferenciador, fue altamente riesgosa para Toyota y lo que es peor, no había al parecer una definición clara de formas de mitigación cuando ese riesgo se materializara.