viernes, 10 de septiembre de 2010

Gestión de Riesgos y Comisión de Seguridad Laboral

Publicado el 10 de septiembre en el diario Estrategia

El gobierno presento hace ya varias semanas, una comisión que trabaja afanosamente en la revisión de las políticas sobre seguridad laboral. Su creación fue en respuesta a un hecho que se ha posicionado en la agenda noticiosa no solo en chile, sino en todo el mundo. La trágica, pero inspiradora historia de los trabajadores de la mina San José.

Entendiendo que el drama de los 33 mineros devela muchas más dificultades que las malas prácticas sobre seguridad de la mediana minería en nuestro país, quedando en evidencia entre otras cosas, las precarias condiciones laborales de muchos de nuestros compatriotas, me parece que es un ámbito que merece atención.

Numerosas instituciones y normas conforman la regulación sobre seguridad laboral en chile, las cuales estarán siendo revisadas críticamente por la comisión. Este ultimo ámbito, es quizás un aspecto critico a resolver, considerando el frondoso espectro de leyes, decretos e instructivos para distintos sectores económicos, además de los altos costos de coordinación de las diversas agencias publicas que concurren en la regulación de la seguridad laboral. Además del diagnostico legislativo e institucional, nuestras autoridades han señalado como requerimientos específicos, que la comisión recoja “las mejores prácticas internacionales” sobre seguridad laboral y que busque formas para avanzar hacia una “cultura de trabajo seguro”.

En mi opinión, ambos objetivos son complementarios, pudiéndose abordar satisfactoriamente si se buscan las referencias adecuadas. Al identificar las mejores prácticas en seguridad e higiene, nos encontramos con la norma BS8800, ISO14001 y la OHSAS 1800 entre otras, esquemas que ponen el foco en un solo ámbito de la gestión de riesgo, la prevención laboral.

Sin embargo, para avanzar hacia prácticas de seguridad laboral moderna, se requiere a mi juicio, desarrollar estándares basados en normas de gestión de riesgo integral, metodologías que superan el clásico enfoque de la prevención de riesgos como única respuesta a la incertidumbre organizacional. Las estándares de higiene y seguridad mencionados anteriormente, si bien son pertinentes en relación a la administración y tratamiento de riesgos físicos, se concentran en amenazas operativas y funcionales. Claro, estas normas bien aplicadas, si bien no podrían haber evitado el accidente de la mina San Jose, hubieran asegurado contar con las capacidades y condiciones mínimas que supone un plan de contingencia.

Pero para lograr el ambicioso anhelo de generar una real cultura de riesgos y seguridad laboral en nuestro país a mi juicio, es necesario contar con un enfoque y estándares de gestión de riesgo estrategico y coorporativo, que identifiquen, analicen, evalúen y traten todos los riesgos a los que esta expuesta una organizacion de manera coordinada y dentro de una política de riesgos permanente. Lo anterior supone implementar practicas transversalmente en la organisacion, donde la gestión de riesgo no es solo tarea un grupo de prevencionistas, sino que es responsabilidad de todas las áreas de la empresa. Por supuesto que las pequeñas y medianas empresas y en este caso la mediana minería, cuentan con menores recursos para la adopción de mejores practicas de gestión en todo ámbito. Sin embargo, la grandes corporaciones en nuestro país, las gran minería, conoce y ha implantado hace rato esta metodología moderna, dándose cuenta que no solo es una respuesta eficiente en términos de reducir sus índices de sinestralidad, sino que les permite tomar mejores desiciones y relacionarse de mejor forma con la comunidad y reguladores.

Estándares como la nueva ISO 31000 o la AS/NZS 4360, son normas que interpretan este enfoque comprensivo y que son aplicables a cualquier industria. El desafió de buscar incentivos que promuevan la transferencia de estas mejores practicas de gestión de riesgos por parte de la grandes companias a las empresas de menor tamaño, es quizás un ámbito que valdría la pena estudiar. Así lo han hecho en países como Canadá, Australia y Estados Unidos, lideres en gestión de riesgo y seguridad laboral.