viernes, 26 de abril de 2013

Igualdad de Género, productividad y justicia.

Columna publicada en el Diario Estrategia el 26/04/2013 bajo el titulo de "Igualdad de Genero" en http://www.estrategia.cl/detalle_columnista.php?cod=7779

La desigualdad parece estar muy presente en la agenda pública de nuestro país, fenómeno que se manifiesta en múltiples dimensiones. Se pueden a su vez, caracterizar segmentos de la población que se ven mayoritariamente afectados por estructuras desiguales. Ese es el caso de la población femenina, quienes aún en países desarrollados mantienen importantes brechas con respecto a los hombres. En este sentido, pese a que la igualdad de genero contribuiría a la productividad de un país, sería también un imperativo moral en una sociedad moderna, donde tanto hombres como mujeres debiesen tener las mismas oportunidades.

 

La OECD ha identificado ámbitos claves que favorecerían la igualdad de género. Es así como habría un gran pilar donde aspectos como reformas legales que combatan la discriminación serian relevantes. Por otra parte, los Gobiernos debieran eliminar cualquier sesgo de género en los currículos tanto escolares como de educación superior, así como incentivar la participación de mujeres en ciencia y tecnología. Finalmente, este organismo recomienda políticas que faciliten la empleabilidad y participación de mujeres en el mercado laboral, así como remover posibles desincentivos para la contratación de mujeres, entre otros.

 

En Chile el 54% de la fuerza laboral corresponde a mujeres, cifra que sin perjuicio ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, es inferior al promedio de la OCDE (62%). Así mismo, las mujeres en nuestro país ganan bastante menos que los hombres y ocupan muy pocos puestos directivos. La fuerza laboral en Chile ganan en promedio un 9% menos que los hombres y solo el 5% de las mujeres asalariadas participan de juntas directivas. Por otra parte, el parlamento chileno está compuesto solo por 14% de mujeres vs. 25% en el caso de la OECD.

 

De esta forma, pese a los avances en nuestro país en esta materia, persisten todavía importantes desafíos que alcanzar. Esperemos que esta expresión de la desigualdad este también presente en el próximo debate electoral, el cual es relevante desde una perspectiva no solo económica, sino también ética.