viernes, 11 de julio de 2014

Brasil vs. Chile, el otro partido.

Columna publicada en el diario Estrategia el 08 de Julio de 2014 http://www.estrategia.cl/detalle_columnista.php?cod=9432

Si bien a diferencia del futbol, nuestro país ha liderado los ranking de Ciencia Tecnología en la región, las brechas se han ido acortando con el país de la samba, mostrando ellos mucha más convicción política en los últimos años. Lo anterior se refleja en el retroceso de siete puestos de nuestro país en el Índice Mundial de Innovación 2013, ranking donde bajamos del lugar 39 al 46.

Sabemos que para alcanzar el anhelado desarrollo en un plazo cercano, nuestra economía requiere ser más productiva, aumentando su oferta de productos y servicios de alto valor. Para lograr aquello se necesita- entre otras cosas- contar con una masa crítica de recursos humanos capacitados, de empresas y universidades que articulen ciencia y tecnología con productividad, así como de inversión tanto pública como privada sistemática y constante en ciencia y tecnología.

Es así como Brasil se ha transformado en el “equipo revelación” del mundial de la innovación, liderando los rankings de Universidades en Latinoamérica. La cantidad de doctores e investigadores son también más numerosos en ese país, producto de la fuerte apuesta en becas al extranjero y atracción de cerebros. Por otra parte, Brasil se ha trasformado en el país más avanzado en Nanotecnologia del hemisferio sur. Así mismo, alrededor del 40% de las patentes en Latinoamérica se debe a inversiones realizadas en Brasil.
Si observamos nuestro gasto en Innovación, este corresponde a menos de medio punto del PIB vs. un 1,2% en el caso Brasilero. La institucionalidad para la Ciencia y tecnología pareciera ser también relevante, existiendo en la mayoría de los países de la OCDE y también en Brasil, un Ministerio de Ciencia y Tecnología.


Aunque este ¨partido” por convertirse en un referente en Ciencia no desate grandes pasiones o desdichas, es sin lugar a dudas trascendental para el futuro de nuestros países. Los avances de Brasil en el último tiempo, comprado con ciertos retrocesos y estancamiento por nuestra parte, nos debiesen motivar a reimpulsar una política de Ciencia y Tecnología ofensiva, al más puro estilo Sampaoli.