Es indudable observar que las clasificadoras de riesgo han cumplido un papel preponderante no solo en la pasada crisis subprime, sino también en este nuevo episodio de la Eurozona. Es así como a partir del anuncio de Standard & Poor's en cuanto a revisar la nota que le entrego a la deuda soberana de 15 países de la zona euro, el mercado financiero internacional vuelve a “crujir”, evidenciando la extrema confianza que se le asigna a este tipo de entidades.
Como sabemos, la actual crisis Europea estalla a partir de la baja clasificación que una de estas instituciones le asigno a los bonos griegos, generando una cadena de hechos que finalizaron en la retirada de capitales extranjeros de ese país. Es paradojal recordar sin embargo, que hace solo un par de anos las principales autoridades económicas y políticas del primer mundo, condenaban fuertemente el comportamiento de las agencias de riesgo, remarcando los graves errores cometidos al clasificar activos ”que valían huevo”, como triple “A”. Hoy son estas mismas autoridades quienes sufren los veredictos de los “oráculos de Delfos” financieros, implorando por tiempos “mas convenientes” en la entrega de información al mercado.
No digo que las clasificadoras de riesgos no cumplan un rol fundamental, evaluando y entregando información sobre deudas privadas y soberanas, lo que permite, entre otras cosas, disminuir asimetrías de información. El tema es que como lo demostró hace ya mas de una década Ferri, Liu y Stiglitz (The Procyclical Role of Rating Agencies: Evidence from the East Asian Crisis, 1999 http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/1468-0300.00016/pdf ), las agencias de riesgo tenderían mas bien a agravar las crisis financieras dado su comportamiento procicilico, fallando en la predicción de las crisis y actuando de manera excesivamente conservadora durante su desarrollo.
Así mismo y considerando las permanentes criticas sobre conflictos de interés a las que están sujetas, sumado al hecho que la información que entregan tiene harta cara de “bien publico”, no me parece descabellada la idea de crear, como se ha planteado, una agencia europea de evaluación de riesgos.
Como sabemos, la actual crisis Europea estalla a partir de la baja clasificación que una de estas instituciones le asigno a los bonos griegos, generando una cadena de hechos que finalizaron en la retirada de capitales extranjeros de ese país. Es paradojal recordar sin embargo, que hace solo un par de anos las principales autoridades económicas y políticas del primer mundo, condenaban fuertemente el comportamiento de las agencias de riesgo, remarcando los graves errores cometidos al clasificar activos ”que valían huevo”, como triple “A”. Hoy son estas mismas autoridades quienes sufren los veredictos de los “oráculos de Delfos” financieros, implorando por tiempos “mas convenientes” en la entrega de información al mercado.
No digo que las clasificadoras de riesgos no cumplan un rol fundamental, evaluando y entregando información sobre deudas privadas y soberanas, lo que permite, entre otras cosas, disminuir asimetrías de información. El tema es que como lo demostró hace ya mas de una década Ferri, Liu y Stiglitz (The Procyclical Role of Rating Agencies: Evidence from the East Asian Crisis, 1999 http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/1468-0300.00016/pdf ), las agencias de riesgo tenderían mas bien a agravar las crisis financieras dado su comportamiento procicilico, fallando en la predicción de las crisis y actuando de manera excesivamente conservadora durante su desarrollo.
Así mismo y considerando las permanentes criticas sobre conflictos de interés a las que están sujetas, sumado al hecho que la información que entregan tiene harta cara de “bien publico”, no me parece descabellada la idea de crear, como se ha planteado, una agencia europea de evaluación de riesgos.
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